en búsqueda de algo entretenido (libre)

Casi eran las seis de la mañana, hora en la cual poco a poco se va haciendo visible la luz del sol. Por instantes, Juliet podía recordarse en un extenso jardín, jugando con su padre Pál, siempre jugaba bajo los hermosos rayos del sol, los cuales le bañaban por completo, aquellos momentos de alegría ya no estaban mas, por lógica, su padre habría muerto, fue mucho tiempo el que permaneció "dormida". Poco a poco los recuerdos iban llegando a su mente, de manera fugaz, pero algo ya era ganancia, al menos ahora recordaba el primer nombre de su padre y como era este.

Casi dos siglos fueron los que Juliet paso sola, viajando de un lugar a otro después de seis años, para evitar que alguien se percatara de que esta no envejecía, tenía que ser muy cautelosa con ese y otros detalles, como su alimentación, ya que, no consumía nada mas que no fuera sangre, a la cual ya estaba acostumbrada a obtener de tal manera que no matara al humano y menos le transformara, solo había que encontrar un método, el cual, no tardo mucho en descubrir.

Su caminar era lento en un inicio, pero, al ver los primeros rayos del sol se detuvo por un momento, mirando con odio el amanecer, puesto que estaba condenada a no poder gozar de dicha luz. Se tranquilizó un poco, de tal forma que pudo usar la umbraquinesis, creando una delgada y prácticamente invisible capa de obscuridad sobre su cabeza, para que los rayos del sol no la tocaran. Ningún humano podía ver aquella obscuridad que la chica creaba, solamente era visible ante aquellos que compartieran su agonía, aquellos que eran dueños de la noche.

Cuando Juliet llego a una ruinas que había en aquella zona, se acerco poco a poco, observando con meticulosa mirada, algún detalle que resaltara fuera de lo normal, siempre buscaba algo que le entretuviese, al menos por un rato.

Extendió un poco la diestra, tocando las rocas que había allí, en ocasiones, los objetos se quedaban con cierta esencia de las personas que vivían anteriormente en ese lugar o cerca, pero, al parecer, las rocas no habían guardado nada, pero, no iba a dejar aquello así como así, por lo que, cubrió en su totalidad la roca con una densa obscuridad, gracias a la umbraquinesis empatica, era capaz de detectar emociones que estaban guardadas que hubiesen ocurrido en el pasado.

De no ser porque había humanos habitando el castillo donde despertó, la chica ya hubiera usado la umbraquinesis empatica para descubrir mas de su pasado, pero, tenia que resignarse, al menos esperar un poco hasta que toda ese familia muriera, para lo cual faltaba poco, puesto que el ultimo descendiente estaba enfermo y no tenía hijos. Pronto podría ir a reclamar lo que le pertenecía desde un principio, aquel colosal castillo Húngaro.