Alimentandome "Tema libre"

Vivia yo a las cercanias del bosque, o en medio de el. Que importaba la exactitud. Cuestión que me asomaba de la entrada en arco de los arboles, siguiendo la huella de tierra removida que había para llegar a mi nuevo hogar.
Y alli estaba, alli justo enfrente mis ojos dislumbraron a un vampiro teníendo su jorgosa cena. Que ganas de molestar que llevaba esa noche. No podía ser de otra forma... Me encantaba jugar y fastidiar. Me sonreí de lado y guardando las llaves de mi vidriada casa en el bolsillo de mi falda de jean, me encaminé directamente hacia el vampiro y su casual cena.

Mis sensuales pasos chascaban contra el asfalto de la carretera, mi sonrisa se comenzaba agrandar bajo el reflejo de la amable luna llena que se alzaba alto sobre el oscuro cielo de la noche... pero, la llegada me aburria. Asique apure el trámite he inhumanamente veloz me acerqué a este por el costado observando como bebía y sin antojarme ni de una sola gota.

- Provecho. - Dije secamente mientras la risa osaba por escaparce. - Creo que si sigues la vas a matar. - Comenté admirando la situacion. - Y viendo el perimetro en el cual te osas en hacer tu dulce cena, ya que mi casa queda enfrente. Te digo que no es buena idea que la mates. - Me sonreí cinicamente, importandomé medio bledo que fuera lo que dijiese. Porque era verdad, si acaso Bonnie llegaba a sospechar que esa muchacha habia sido mi cena, los problemas los tendría yo. No el.

Respiré profundamente, era mi imagen la que el primitivo hombre dejaría mal puesta si le permitia eso. Para cuando dejó por segunda vez el cuello de la muchacha, sonriente sensual pero sin dudas, cínica. Le tomé el rostro con la mano, limpiando su boca con mi mano.

- Haslo por las buenas. - Le dije con un tono dulce y cantarín mientras mi mano prescionaba un poco mas su rostro. - Haslo por mi. A menos que quieras que yo haga algo malo por tí. - Dije volviendomé en un papel inocente y de ojos brillantes, grandes... Con mis labios dibujando una falsa tristeza, pero bastante tierna en si.

- ¿Lo harias?... O tendré que recurrir a otros medios menos simpáticos. - Lo solté de mala gana tomando el cuerpo de la jovencita desfallecida pero, aun no muerta con la misma mano que le había limpiado el rostro al vampiro. - La realidad esque soy muy territorial. - Mi tono se puso serio y levanté la mirada al joven que de un dos por tres había cambiado para volverse frívola y recia.

Jugó con la mente de la chica un momento, para luego dejarla alli tirada. Pero, yo necesitaba mas que eso. Tenía que asegurarme que la chica no se iba a morir hasta que llegara alguien, o que se pudiese poner en pie.
A duras penas e ignorando el comentario que insitaba a la pelea del completo desconocido, me inqué junto al cuerpo de la chica y mordiendo mi muñeca con mis colmillos hice que esta bebiera de mi sangre a la fuerza.

Miraba a otro lado con molestia, jamás habia transformado a alguien en toda mi existencia, por la simple repugnancia de que alguien mas se bebiese de mi sangre. De hecho, nadie había bebido de mi sangre despues de mi transformacion... Y ahora esta, mujerzuela que se va con el primer guapetón que encuentra. Ni hablar. - Que tal si te lo enseño otro dia. - Le digo relamiendomé la muñeca, para luego alzar el cuerpo de la joven, y dejarla correctamente sentado.

- Quizás podamos evitar la hostilidad. A menos a que te resistas de que limpie el desastre que estabas a punto de dejar. - Lo miré con cierta mala gana, no tenía gana que me comentaran que le estaba salvando la vida a una simple humanuche. - Y no vayas a tomar una imagen incorrecta de mi... - Me crucé de brazos, le miré fugazmente un par de veces... Hasta que finalmente me presente. - Me llamo Charlotte. - extendí la mano casi dudando de lo que hacia. Por alguna razón que bien yo conocía me volvía recia con la cuestion de que si salvaba a la chiruza o no, pero podía llegar a valer mi cabeza.

El hombre se jactaba como si realmente supiera la gran cosa sobre los de nuestra raza... Rolee los ojos. Y por momentos realmente me daban ganas de golpearlo, destriparlo... Dejarlo muerto, remuerdo y dejarlo bajo la luz del sol mientras me tomaba una limonada sentada dentro de casa viendo como su cuerpo se freía bajo el sol. Pero no, respiré... Aunque pensandolo bien, ello haría que Bonnie confiara en mí. Lo que podría ayudarme a convencerla a que me creara un nuevo talismán. ¡Que buena idea!. Para lo que me importaba cargarme con otra muerte. Ya que me hiba al infierno...

- Un placer. - Dije con una voz sensual, y los ojos desbordados de picardía. - La verdad, pequeño ignorante... Y antes de que no vuelvas a ver la luz del sol.. - Comenté como para dejar en claro las intenciones que ya me traía entre manos. - La sangre de vampiro regenera los cuerpos de los vivos. Y no es si muere dentro de las veinticuatro horas en que la sangre entro en sus sistema, que no se convertirá en vampiro. - Ahora rolee los ojos dejandome ver.

- ¿Acaso no recuerdas que moriste despues de haber bebido la sangre de tu creador?. - Le pregunté curiosa, obviando la respuesta. - Bueno, a veces los recuerdos son borrosos. - Observé como la herida de los mordiscones de Jack se cerraban a un paso moderado.

Me crucé de brazos, pero aún asi no le perdía los pasos. Algo me decía que ese vampiro no era de fiar... Y no me andaría con descuidos a estas alturas.

- Pues, no parecía asi cuando comentaste que estaba cometiendo un error. - Me encontraba aún mas lasiva que antes. Mas furiosa, mas lo que era antes de conocer a Cristopher, el mortal que había cambiado mi sanguinario comportamiento hace mas de docientos años. Para desgracia de todos los que aún osaban por pisar la tierra, el había muerto en manos de uno de los nuestros. Cuestión que jamás olvidaría y tomaría venganza incluso con la sangre y muerte de cualquiera me placiera.

- El pueblo es algo chico. ¿No crees?. - Comenté mientras corria el rostro a un lado y me sonreí perversa. Era apuesto, pero a mi que me valia. Nunca me habían interesado demaciado las relaciones, ningun tipo de relacion. La unica forma de tenerme era un poco dificil, pero existian dos; la primera, impresionarme, con poder y riquezas, y la segunda aún mas imposible ya... Enamorarme. - No diré como para nosotros dos... Pero. - Dejé las palabras en suspenzo mientras acercaba mi cuerpo coquetamente al suyo.

Me acerque a el a paso lento, tranquilo... Sin perder la sensualidad, lo que estaba haciendo era provocarme, yo nada mas le pasaba la data. - ¿Tienes algun problema porque quiera librarte de los problemas conmigo?- Ladée la cabeza demostrando lo poco que me importaba si mi actitud le era chocante o no.

- Porque no tengo ningun problema en mostrarte cuales son mis limites. - podía sentir la rabia como la fuerza de una ola... Los años habian pasado, Cristopher habia muerto y todo aquello volvía una y otra vez. Ese odio, esa forma narzicista he incontrolable, un demonio sanguinario que intentaba mantener bajo control.

- ¿De verdad me quieres ver enojada?. - Le regalé una sonricita irónica, como si intentara evitar algo que era... simplemente inevitable.

Entrecerré los ojos al mismo tiempo que mi entrecejo se arrugaba. ¿Ahora queria paz?. Si yo era ambigua, aquel vampiro me superaba...

- Esta bien. - Dije de mala gana y procurando tranquilizarme, descrucé mis brazos y miré a la joven. - No es necesario que te la lleves, la llevaré a mi casa y que mañana se vaya por su cuenta, donde ella quiera. De día que le suceda no me concierne. - Volví la mirada aquel vampiro que aparentaba varios años mas que yo encuanto a lo fisico.

- Y no me debes nada. - Dije dandolé poco interes, detestaba esa relacion de: Yo te debo, tu me debes... Yo te cobro luego. - Solo han sido unos dias de... Tecnicamente, basura. - Finalicé frunciendo mis labios, pensando en quizás rebobinar la cinta y volver a empezar.