¿Una fiesta en el cementerio? (Charlotte y libre)

Estaba odiosa, confundida... Cabrada totalmente, con el entrecejo fruncido. Había tenído un accidente. ¡¡Accidente!!, por el demonio que pateaba ahora mismo su techo, que iba asesinar a la persona que no solo me había dejado hecha un despiltrafo hasta el anochecer. Si no que ademas, se había tomado el atrevimiento, de arruinar uno de mis coches favoritos, y mi anillo... Por el marmol del infierno que el culpable se las iba a llevar caras. Hablabamos de mi amado talismán de Lapislazuli.

Patee una rama de mala gana, por suerte para mí. Había podido bañarme, y cambiarme de atuendo. Aún asi mi mal humor duraba. Aunque, mi suerte no quedaba alli. Entre todo lo que había logrado salvarce de mi no tan accidente, estaba mi adorado Whiskey Johnnie Walkers, de colección... Pero me encontraba desquitandomé con el.

Vestía zapatos de taco negro de charol, tipo boca de pescado. Unos jeans gresaceos, una remera roja que pronunciaba bastante mi busto y una chaqueta negra de cuero. Los pelos con ondas, y con el mismo glamour que llevaban desde que tenía acceso al shampoo y todo producto de belleza.

Le dí un buen trago a la botella haciendo un gesto de un poquito de asco ya que estaba bien fuerte. Caminaba sin mirar, y sin nisiquiera importarme si pisaba alguna tumba. Al diablo con los muertos que la tenían facil.
Todavía ensima me había encontrado con una jovencita que era el clon de Barbie, y me había traído mas problemas que soluciones, con su madre Sheriff y llamando a los paramédicos.

Jha!, no me hagan reir.. ¡Paramedicos!. Lo unico que necesitaba esque se sacara ese horripilante collar con verbena. Pero, ni modo... Volví a darle un trago a la botella. Y levantando la mirada de mis zapatos, pude visualisar una figura que creí conocida.
¿Sería posible?... Seria...

Me acerqué inhumanamente veloz sin importarme quien fuera realmente, y estando frente a frente... Que sorpresa me estaba llevando. Era Kayla ¿Pero que hacia ella en un pueblo tan aburrido?.. Y la mejor pregunta era.. ¿Que hacia yo misma aqui?.

- ¡No te lo puedo creer! - Le dije mirandola con mis grisaseos y gélidos ojos que denotaban mi sorpresa sin temor. - ¡Esto hay que celebrarlo!. - Dije para levantar mi botella y asi chocarla con la suya.

Para mi grato regocijo me saludó como lo habíamos hecho hace como dos siglos atras... Que épocas. Pero, mejor ni rememorear, ese mismo dia, me había topado con mi ya difunto enamorado... ¿Que demonios hacian los recuerdos de Cristopher rodando en este maldecido pueblo?, acaso era el pueblo ¿O era yo?. No pude evitar rolear los ojos por ello, pero intentando que Kay no lo notara. No deseaba que se lo tomara personal.

- Lo mismo me preguntaba yo de mi misma, hace menos de... Tres segundos. - Choqué la botella con ella y bebí un trago luego de ello. - ¿Que haces tu aquí?... Esto no es lo nuestro. Pueblos chicos, pocos humanos. Poca sangre.. - Terminé de decir con un simple gesto de desaprovación. Volvía a darle un trago a mi fuerte bebida, volviendo a fruncir los labios y entrecerrar un poco los ojos.

- Tuve un dia enviado directamente del infierno. - Pensé por un momento mas y continué. - Incluyendo el sello y la firma del mismisimo lucifer. - Miré mi dedo ahora vacio, donde solía estar el anillo... Hasta hoy por la mañana.

- ¿Tu que tal?... Que hace una niña como tú. Bebiendo esto... - y tomé del pico de la botella para luego soltarlo. - En medio de tan tenebroso cementerio. Eres una lunática, como yo. - Terminé por decir luciendo una sonrisa de inexplicable sastifacción.

Me reí divertida, aun se ofendia si la trataban como una pequeña nada mas por lo que aparentaba por fuera - Serán unas zorrillas, pero apuesto que tu eres mas peligrosa que todas ellas juntas. - Volví a reir, al menos el pronostico del día iba mejorando.

- ¿Katherine?... - Revisé en mi repertorio de gente conocída, pero la verdad era que jamás habia conocido a una mujer con aquel nombre. - No, en mis trecientos años conocí a alguien con ese nombre. - Y haciendo una corta sonrisa volví a beber del pico de la botella, esta vez disfrutando un poco mas del trago ya que empeaba acostumbrarme. - Esta bien, te paso unos veinte años, que quizás para los vampiros no signifiquen nada. Pero, si fueramos humanas... Yo sería un relicario al lado tuyo querida amiga. - Me imagino entonces, algo mas anciana, con arrugas en el rostro y las piernas flasidas. Mis gestos de asco no tardaron en aparecer.

- Mejor ni imaginarlo. - Miré los alrededores del cementerio, rodeado por el bosque. - Sabes, me consegui una buena casa entrando al bosque, no esta mal posicionada, tengo el lago y el rio bastante cerca. -

Comenté algo ilusionada hasta que recordé mi anillo. - Pero, no me lo vas a creer. Me hurtaron mi talismán. - Le mostré mi mano vacia de toda joya de lapislazuli y me apoyé sobre una lapida, mas bien.. Me deje caer sobre esta.

Entrecerré los ojos al recordar de que sí... Se habia ido con vida. - Pues, si... - Me bebí otro tragazo de whiskey tras la respuesta. - Sigue vivo. Yo casi me muero... - Me encogí de hombros, ya no me daba pena aceptarlo. Ya que casi moría de innhanición.

- Me volvcó el coche cuando iba a ciento cincuenta, en realidad, primero lo sacó de control... Cuando venía la curva, lo retomé. Pero, volvió a impactarce con el coche del lado contrario, me sacó de la carretera y el auto volcó. - Terminé por decir tratando de no recordar como había quedado mi preciado Camaro despues del accidente. - En el segundo giro salí despedida del coche. No te voy a mentir, eso dolió... Ademas no había bebido sangre por un dia por estar manejando en carretera. Cualquiera sea el caso, no era mas fuerte que yo. - Me quedé pensativa nuevamente en Caroline, y en Bonnie. Me sonreí dulcemente de costado mientras recordaba y volvía a dar un trago a mi bebida.

La verdad que ni me había dado cuenta si era un vampiro... Hombre o mujer. Mi debilidad había sido tal, la sed... La rabia. Rememorié el momento en el que aquel ser me golpeaba con dureza contra el arbol y finalmente desvanecia... El sueño de la ultima vez que había visto a Cristopher, el mayor consuelo. Si claro..

- No lo se Kay. - Me encogí de hombros y dandolé un importante trago a la botella, como si de eso dependiera la vida, se la pasé a Kay ofreciendole. - El punto es que asi todo conosco hechizeros que podrán hacerme el favor de crearme un talismán nuevo. No es el problema. - Me preguntaba porque ahora me encontraba tan tranquila sobre la cuestión, quizás era el alcohol que finalmente cumplia con el labor de tranquilizar mis nervios.

- De todos modos, cuando sepa quien es, no importa que, ni como. Pero, lo lamentará. - Dije mordiendomé el labio, mientras miraba en frente con convicción imaginando como desgarraría el corazón del culpable del resto del cuerpo.

La miré sonriendo con malicia. - Esta bien, llamala... Podría ser interesante. - Le dije mientras mi sonrisa contagiaba todos los rasgos de mi rostro.

En tanto y en tanto mientras esperaba a que llamara a su amiga, me quede admirando el lugar... Algo en aquel lugar me encendía, me daba energías y no se trataba de que estaba en el cementerio y todo lo que aquel olor a muerte podría generar algun tipo de jolgorio gótico en mi persona. No, no era nada de eso, lo había dicho desde un principio y lo seguiría repitiendo una y otra vez... Mystic Fall's, realmente tenía algo místico...

Brujas, vamprios... Nada mas nos faltaban los gorros, las escobas voladoras y los hombres lobos... Ah!, no olvidar a las momias.

Miré nuevamente a Kay, y le sonreí ampliamente, sabiendo que esto solo era el comienzo de algo grande. Tomé la botella nuevamente y le di otro trago. Devolviendo mi mirada al lugar.

La mujer era bastate... ¿como llamarlo de una forma educada?. Bueno no habia forma educada ni "adecuada"... Altanera. Se presento y sonreí secamente de costado. - Un gusto, Charlotte Rousseau. - Observé como me miraba, y si no hubiese sido por la presencia de Kayla alli... Su cabeza hubiese dejado de estar sobre sus hombros.

Mas que observarme parecia una forma de... Ya basta, no iba a seguir dandome cuerda con alguien que no valia la pena. - Creo que sería una buena idea mezclar vino con whiskey... - Comenté como para sobre llevar la situación e itentar cortar con la tensión, lo que no queria decir que esto era como "comer con el enemigo"

Las miré a ambas, y volví a mirar a esa tal Katherine. Algo no me cerraba en ella, y no podía disimularlo demaciado. No era de ese tipo, ni lo habia sido jamás. Siempre de frente y dando enfrentamientos que terminaban sangrientamente... Si, se me podia considerar un ser demaciado territorial cuestión que no me molestaba para nada.

- Yo no tengo a quien invitar. - Dije con cierta ironía en las palabras, la realidad esque si podía invitar un par de bocadillos, pero en todo caso eran solo mios, y yo decidiría cuando comermelos o no. - Pero, entre mas seamos mejor. - Dije riendo siniestra. - Mas alcohol, y si no... Podríamos ver que cazamos por ahi... - Mi voz se volvía tetricamente cantarina.